Tropezones

Entre los recortes que se están haciendo en España deberían haber dos más que así y todo, irían en contra del poco práctico pensamiento de mucha gente. Así que supongo que ese ahorro de plata no se hará nunca.

Uno es la monarquía. Que está solo como un testimonio de lo que pasa, o como dijo el médico catalán que lo operó en Barcelona hace unas semanas cuando le consultaron sobre el momento en el que volvería al trabajo Don Juan Carlos:
- Hombre, yo siempre digo que no es lo mismo levantar bolsas en el puerto, que salir a saludar un rato y estar una horita en el despacho.
El silencio los segundos posteriores en medio de la rueda de prensa, me produjeron vergüenza ajena. El doctor no sabía como arreglar el quilombo en el que se había metido.
Cuidado que también suelen entregar premios, visitar a las tropas, a ciudades de vez en cuando, e internacionalmente a cuanto país donde haya un nuevo mandatario. Todo con la plata del respetable.
Viendo unos segundos el despilfarro innecesario de dinero en el desfile de las fuerzas armadas en Badajoz solo me hice un pregunta muy intelectual:
¿Por qué los reyes siempre se están tropezando en cada acto que asisten? Y eso que están acostumbrados a levantar las patas para subir y bajar escaleras. Esta vez fue Sofía, casi se cae de jeta al piso si no fuera por los reflejos de su compañero Rey, quien la salvó de ir al dentista de inmediato.

El segundo (y absolutamente banal, como la caída anterior) es la porquería de Eurovisión, transmitida por TVE y lo que ello conlleva. Ese campeonato musical europeo que en antiguos momentos de pésimo gusto general de la población mundial, tenía entre sus monas muchos fanáticos seguidores. Últimamente y gracias a mejoras en las estructuras generales de la comunicación la cosa no es tan grave, aunque si variada.

El españolito que tropezó se apellidaba Diges con una canción patética que solo las momias que aún defienden esta mierda de torneo, defendían hasta el último momento de la transmisión. Como sé que no lo van a clausurar digo:
No sé si fue él quien la escribió, u otro como suele pasar, pero debería refrescar las ideas. Sonaba como esas cursiladas melosas de los 60/70 donde amigos se reunían en un parque y bailaban apareciendo detrás de los árboles con unas sonrisas que se las borraba de una patada en el ojete. Todo acompañado por un arlequín, un soldado creo y dos pelotudos más bailando alrededor.

Eurovisión es patético, el resto de países parece se actualizan con las tendencias, España va para atrás. Y así terminó, decimoquinto, con estas momias alegrándose a pesar de todo, o más bien, alegrándose de que un año más van a cobrar una buena moneda por estar un par de días tratando de contagiar su nostalgia musical cavernaria. Y a estos ladrones anuales los paga también el respetable.

El pibe se salvó un poco porque entró Jimmy Jump, ese catalán que se mete en cuanto evento pueda con la berretina de la región, a arruinar los espectáculos. La hizo mal. Porque a este nabo le permitieron que actúe de nuevo y él como buen nabo que también es, le hicieron pagar 1800 € si no quería quedar en la cárcel de Oslo.
Le salió barato el chiste. Como a los españoles las joditas musicomilitares más o menos.

Cinco de "Brothers" (2010), The Black Keys.
#2 Next Girl
#3 Tighten Up
#6 Black Mud
#11 The Go Getter
#14 Never Gonna Give You Up
Tiene como cinco o seis discos antes de este de los que veré si algún día y con tiempo me pongo a escuchar.
"Never Gonna Give You Up" por dos. Esta versión de The Black Keys.



Esta por Lyn Collins. Muy buena también.



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