martes, 22 de septiembre de 2009

Solo se que soy un pelotudo

El primero puedo hacer un esfuerzo en creermelo. Hasta ahí nomás. En un país surrealista como Argentina podría ser. El segundo ya no.
La semana pasada a un movilero de un programa de radio en Buenos Aires le robaron en vivo a las siete de la mañana en el centro de la ciudad. Sin armas ni nada. Le dijo dame la plata esto es una asalto y el otro se lo dio. Todo en vivo.
Días después me parece que en Santa Fe (otra ciudad) hubo algo similar. Esto ya no. Y ahora que lo pienso lo primero como que tampoco. Son distracciones para que la gilada se pierda el negoción que están haciendo con la poco clara ley de medios. Que parece más una pataleta de Kirchner a algo serio que en realidad si debería cambiar.
Y si no son distracciones, es prensa para los mismos programas de radio que ve que los índices de audiencia están cayendo cada vez más.

Muchas veces me pasa que sale una información sobre un caso anormal o novedoso y de pronto empiezan a aparecer por todos lados casos parecidos o iguales. ¿Se contagiaron, ya existían o nada se hacía hasta que no les quedó más remedio que darlos a saber? ¿O hasta que se quedaron sin material creíble por dispersar en su parrilla o guión?

Las noticias se venden y se compran, los informes también. De eso no hay dudas. Excepto unas pocas, prácticamente todo está arreglado sobre cuanto interés tendría o tiene que tener. Que pasan cosas, si que pasan. Pero el valor y la importancia es algo que unos billetes colocan en donde los vemos. Como las críticas más o menos. Ocurre en el cine, el deporte, la música, la política, la economía.

A veces llega a parecer que te ven exageradamente la cara de boludo. Porque se sabe la anestecia que nos aplican. De hecho gusta a la gente esa droga que permite que te creas todo lo que ellos dicen. Pero ponerte un espejo para que mirándote a la cara te digas constantemente que sos un pelotudo es pasarse de la raya. No creo que seamos tan pelotudos de decirnos que nos gusta ser pelotudos. Bueno, no sé. En realidad tal vez soy tan pelotudo que capaz que el que se equivoca soy yo. Pero si soy tan pelotudo como digo tengo razón yo. Y ellos. O los dos. Más ellos que yo. No, más yo que ellos. Solo porque soy yo.

Cinco tracks de "The Head On The Door" (1985) de The Cure.
#1 In Between Days
#3 The Blood
#5 Push
#8 A Night Like This
#10 Sinking
Grandes, grandes. Uno de los mejores grupos de la historia sin dudas. En su sitio en Myspace (www.myspace.com/thecure) hay un concierto gratis de la última gira.
Los vi en el 2008. El mejor recital al que fui en mi vida. Más de tres horas sin pantallita ni mierdas. Rock puro. Abajo "Push" de la gira de ese año. Las pedaleras de Thompson son una bestialidad.

www.tresdeagosto.com

2 comentarios:

josé dijo...

ese disco es como un asado con achuras, no sabes por donde arrancar porque esta todo bueno

el tipo dijo...

o mejor, depende el hambre